Un día vi un anuncio de un chico que jugó al negro y le salió el rojo, que lo había perdido todo, pero que era feliz porque tenía un coche; y me pareció una mierda, pero, ahora entiendo ese anuncio y sé que la felicidad esta tejida con cuerdas de ilusión y que la ilusión la fabrica uno mismo, con las fuerzas que le queden después de haberlo perdido todo.