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BITCHHHHHHHHHHHH -

Estúpidez mundial -

sábado, 2 de octubre de 2010

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Siempre serás una debilidad para mí, pero ya no te quiero. Ahora eres un chico del montón que no me llama la atención. Ya no voy con niñatos que no se merecen nada, ya viste como te acercaste, di media vuelta y me largué. Y es que a veces, por más que lo intente, no te consigo diferenciar de un verdadero idiota. Es cierto que el amor te hace ver al chico perfecto, pero tío, si algún día te quise fue porque estaba en mi etapa de niñata superficial.

Jahmn .

La vida no es como el teatro, que puedes ensayar las veces que quieras, hasta que te salga bien. Tienes que arriesgarte. Y cuando lo consigas, no esperes que te aplaudan y se baje el telón.


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Querido miedo, te digo adiós. Y a ti inseguridad. Y a ustedes, dudas. Adiós. Que voy a tropezar igual con o sin zapatos. Que en la vida no hay cuerdas, y que yo no quiero atarme. Que de repente, he espabilado. Al menos, un poco. Y no crean que me vaya a dejar pisar. He renacido un poco. Soy la chica de ayer, pero en hoy. Soy alguien que no va a dejar su vida para otra ocasión.

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Es impresionante la de clases de adicciones que existen. Sería demasiado fácil si sólo fueran las drogas, las bebidas y el tabaco. Yo creo que la parte más dura de mandar a la mierda un hábito es querer mandarlo a la mierda. Es decir, nos hacemos adictos por un motivo, ¿verdad? A menudo, demasiado a menudo, las cosas empiezan de cero como una parte normal de tu vida y, de algún modo, cruzan la línea de la obsesión, compulsión. Perder el control. Es el colocón que arrastramos. El colocón hace que todo lo demás se apague lentamente. El caso es que la adicción no acaba bien porque tarde o temprano, lo que nos haya tenido drogados deja de hacer sentir bien y empieza a doler. Pero dicen que no mandas a la mierda el hábito hasta que caes en lo más bajo. Pero, ¿cuándo sabes que has caído? Porque no importa cuánto daño nos está haciendo algo;
a veces, dejarlo marchar, nos duele más.

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Princesa de mis días de resaca y de fiesta. La de la corona de plástico, la de los zapatos que hacen polvo los pies. Princesa caprichosa y juguetona, seria, cachonda, problemática y loca. Que no piensa lo que dice, que dice todo lo que piensa. Que la caga y ama de puta madre, que lucha por lo que quiere y todo lo pierde. Princesa viciada a los vicios, encadenada a la ilusión de vivir el momento. Princesa imperfecta, estúpida, intelectual, natural, mentirosa,
la que sabe querer de verdad.

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Seres crueles, bares. Ellos, ellas, copas llenas, hielo, brindis, más botellas, noches bellas, dulces, largas juergas hasta el alba.

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¿Recuerdas cuando eras pequeño y no querías comer? Te intentaban hacer creer que la cuchara con el puré de verduras era un avión. De hecho creían que lo único que le faltaba para ser verosímil era el sonido del motor. Y ahí les veías haciendo el BRRRRRRRR. Además te hacían responsable de la buena alimentación de toda tu familia: 'Esta por papá. Esta por mamá. Esta por la tita' O sea, tenías que comer tú por todos.

¿O cuando para conseguir que nos durmiésemos se inventaron las nanas? La música era apropiada, pero fallaban en la letra, como ésa que decía: "Duérmete niño, duérmete ya, que viene el Coco y te comerá" Y tú pensado: "¿Cómo? ¿Que va a venir quién? Después de la información que me acabas de proporcionar ¿tú quieres que yo me duerma?" Así que te pasabas toda la noche con los ojos como platos, no fuera a ser que le diera por aparecer al maldito coco. Así al menos si venía te pillaba despierto. Y como conclusión, la frase con la que los padres ponían fin a todas nuestras preguntas: "Mamá ¿Por qué los chicos son tan raros?" Hija, cuando seas mayor lo entenderás. Pues también en eso nos mintieron. Porque querida mamá, yo ya soy mayor y sigo sin entenderlos.







Caminar resulta demasiado aburrido cuando aprendes como volar.

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Las personas piensan con la cabeza y los estúpidos con el corazón.Be stupid.

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Por pedir, pido que exista un momento, en el que se te escape un beso cuando menos te lo esperes, y cuando más lo lleve esperando yo. Por pedir, te pido una tarde lluviosa en casa, enfrente de mi película favorita… bueno, si quieres enfrente de tu película favorita… bajo una manta que nos sirva de telón trás el que actúen nuestras manos, y me hagas mil caricias que aún no se hayan inventado...

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Pero si me provocan yo también sé jugarme la boca, yo también sé besar.

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Sí, puede que sea un poco rara, y quizás sea eso lo que me hace ser especial. Me gusta cantar cuando estoy triste, bailar, me gustan las personas que me hacen reír, y la sinceridad. Odio los días de lluvia, aunque me gusta cuando llueve y huele a cemento mojado, adoro el sol, y el verano, aunque no me guste como me sienta el bikini, me gusta andar descalza por la playa y sentir el contraste de la arena caliente con las olas del mar, odio los sabelotodos y la prepotencia, la gente que se cree superior. Me gusta comer cosas raras, hacer mezclas entre comidas, y cocinar bizcochos, adoro comer chocolate, e ignorar sus calorías. Me gusta comportarme como una niña, y que entren en mi juego. Me gusta la sencillez, y que me entiendan con una mirada, me gusta hablar, pero las cosas importantes prefiero expresarlas con pocas palabras, puedo llegar a ser pesada, e incluso cargante, pero me gusta que sepan soportarme. Odio que me vean llorar, excepto si se trata de mi almohada, odio la pregunta ¿estás bien? cuando saben que no lo estás. Soy perezosa, pero me aburre no hacer nada, si, es cierto, no paro quieta, y como demasiado. Odio la gente que dice te quiero y no te lo demuestra, que sonríe, pero piensa que eres gilipollas. ¿Y qué? las personas que me quieren, me quieren de verdad, con mis virtudes, y valorando mis defectos, y es que no soy normal, y me enorgullezco de ello.

Kajiwr -

Tengo el vicio de hacer todo de golpe, de dar a pensar que me da igual lo que pase luego, aunque eso en realidad no sea cierto. Tengo el vicio de reírme sola como una loca mientras recuerdo tonterías, el de hacer sonreír a la gente haciendo el subnormal, el de caminar sonriendo, sobre todo después de ver a alguien especial. Tengo el vicio de no parar hasta caerme, o hasta que alguien consiga pararme. Tengo el vicio de escuchar la misma canción muchas veces, hasta llegar a aborrecerla, de escribir frases sueltas y pensar que algún día alguien me las dirá. Tengo el vicio de hacer que el máximo humo posible traspase mis pulmones, el de no sentirme mal cuando estoy triste, sino de disfrutar un poco de la tristeza. Tengo el vicio de soplar al aire cuando hace frío y creerme así que nada podrá conmigo. Tengo el vicio de dormir en las más raras posturas y de soñar cosas imposibles. Tengo el vicio de vivir sin preocupaciones, porque con ellas no estoy a gusto, de sentarme atrás en el coche para no pensar en nada, aunque mis padres siempre frustren mi plan. Tengo el vicio de salir a la calle y mirar todo de una manera rara, de hacer encuadres como si fuera a fotografiarlo todo, y de intentar adivinar de que tienda viste cada una de las personas con las que me cruzo. Tengo el vicio de creer que nadie me va a fallar, y ojala algún día sea cierto. Tengo el vicio de empezar las cosas por su final, porque en muchas historias lo bueno siempre pasa al principio.
Tengo el vicio de hacer las cosas muy rápido para no pararme a pensar en las
consecuencias y de exprimir cada momento del día como si fuera mi último en el mundo.

Posiblemente los peores errores en la vida son los que no cometemos.

En la vida hay dos tipos de personas, la primera, cuando está en el agua de la playa y esta fría se sale corriendo a taparse con la toalla, mientras que el segundo tipo de persona cuando el agua esta fría no se lo piensa dos veces, avanza corriendo y mete la cabeza en el agua disfrutando cada segundo como un niño pequeño. Y ese último grupo, son los que de verdad aprovechan la vida, con sus cosas buenas tambien con las malas. Porque quien no se atreve a probar por el miedo al fracaso, corre el riesgo de perderse el triunfo.

K6


Son tantos imbeciles y tan pocos los buenos, que siempre te cruzas con el peor.