Hoy voy a dar lo mejor de mí. Me pondré mi mejor sonrisa y saldré a la calle con la intención de hacerme sentir feliz. En la primera calle abandonaré las desilusiones y las mentiras. Luego, quizás, pase por la tienda de las ilusiones en busca de alguna que me haga sentir nuevo. Respiraré. Comenzaré a dar pequeños saltos al ritmo de la melodía de mi vida y si te veo, quizás, te regale una mirada diferente. Continuaré caminando y dejaré quinientos gramos de envidia en el quiosco de los siete pecados capitales; no los quiero. Cogeré el taxi que me lleve a la calle de la alegría y permaneceré allí hasta que sea capaz de llevarla conmigo durante el mayor tiempo posible. Y quizás, si me lo permiten, pida unas cuantas raciones. Luego iré ahí afuera y las repartiré entre los pasajeros de la calle tristeza. Hoy quiero dar lo mejor de mí.