domingo, 22 de agosto de 2010
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Porque sé que a veces hay que dejar pasar. Continuar tal cual. Y me decían que a veces hay que perderse para encontrarse. Por eso, yo me perdí para volver a encontrarme. Pero no lo hice. Sólo me perdí. Ahora no sé dónde estoy. Y quizás no quiero saberlo. Quizás solo encuentre más y más dolor. La desesperación ante lo imposible. Porque a veces me decían que no hay nada imposible. Y ahora yo me río; bien que me río. Sí que lo hay. Yo lo sé. En algún lugar lo imposible se esconde. Y se burla, mientras vosotros preferís pensar en improbable antes que imposible. Y perdéis. Y no podéis encontraros. Y yo me río; bien que me río. Porque yo estoy igual. Y nada va a cambiar.